Giacomo Lercaro
Dos meses después Lercaro comenzó a estudiar en el Pontificio Instituto Bíblico, en Roma.Un año después, en 1918, se volvió prefecto del seminario de Génova, donde su hermano Amedeo ya era rector.Durante la Segunda Guerra Mundial, fue forzado a trabajar bajo el pseudónimo de Padre Lorenzo Gusmini y vivir en un monasterio desolado y así evitar que lo mataran los colaboradores de los nazis.Lercaro participó en el cónclave de 1958, donde se eligió al papa Juan XXIII.[1] Juntamente con Grégoire-Pierre Agagianian, Julius Döpfner y Léon-Joseph Suenens, él fue uno de los cuatro moderadores del consejo.Yves Congar dedicó a Lercaro sus libros "Por un Siervo" e "Iglesia Pobre" (1963).Lercaro habló especialmente en su sermón de Año Nuevo en 1968, claramente con respecto a los bombardeos americanos en Vietnam.Pablo VI lo nombró delegado papal del XXXIX Congreso Eucarístico Internacional, realizado en agosto de 1968 en Bogotá.