Namibia se encuentra situada al suroeste de África, en la costa atlántica.
Avanzando desde el océano hacia el este el territorio se eleva enseguida para formar una amplia meseta que ocupa la mayor parte del país.
Namibia está recorrida de sur a norte por una serie de cordilleras de montañas muy antiguas y por esto bastante redondeadas por la erosión, (la toponimia aún utilizada es en gran medida la colonial alemana y la afrikáner ya que un mismo accidente geográfico puede recibir nombres muy distintos según las diversas etnias nativas).
Los dos principales ríos son exógenos (nacen fuera de Namibia) al norte el Kunene que señala parte del límite con Angola y al sur el Orange que señala gran parte del límite con Sudáfrica.
El agua fría del océano que baña a las costas namibias es muy rica en recursos pesqueros, por otra parte el subsuelo del interior desértico posee importantes yacimientos minerales entre los que se destacan los de oro y diamantes.
El viento llamado Oosweer, procedente del interior, puede hacer que las temperaturas suban súbitamente.
La zona más seca se encuentra en la costa, en el desierto del Namib, y en el sur, que forma parte del desierto de Kalahari, lo bastante húmedo para contener plantas xerófilas y suculentas.
La lengua oshiwambo u ovambo la habla el 80% de la población, seguida del nama-damara o khoekhoe, con un 6%.
[9] El 80-90 por ciento de la población son cristianos, una mitad protestantes, sobre todo luteranos, y un quinto católicos.