Los miembros de este género presentan en su mayor parte colores que varían entre el marrón o el gris pálido en diversas tonalidades hasta un oscuro casi negro.
Son animales muy rápidos y pueden escalar por superficies verticales, ya que la mayoría disponen de almohadillas en sus patas que les permiten adherirse a cualquier superficie seca o húmeda.
El nombre del género procede de Tarento, una ciudad italiana.
Diversos estudios filogenéticos parecen situar el origen del género en la cuenca del mar Mediterráneo donde las especies presentes se agruparían en seis clados mayores con Tarentola chazaliae como taxon basal.
Desde un probable núcleo de origen en el norte de África la especie se dispersaría por todo el Mediterráneo durante la crisis salina del Mesiniense (Mioceno) y en momentos aún no determinados desde el continente africano a las diferentes islas atlánticas en las que se encuentra.