[2] Pero esta definición es imprecisa, ya que no establece cuáles son esas necesidades básicas.
[4] Las políticas activas de empleo también se consideran gasto social, y del tipo más eficaz.
El gasto público en los países industrializados ha experimentado aumentos significativos debido a que, ante el crecimiento, los ciudadanos demandan más servicios (Ley de Wagner).
[6] Esta demanda refuerza la presencia del Estado en los sectores de asistencia y bienestar social.
En la mayoría de los países el gasto social privado es muy escaso; solo es significativo donde el sector privado administra una parte importante del sistema sanitario o el de pensiones, como Países Bajos, Suiza, Islandia, Estados Unidos, Reino Unido o Australia.