Gastón Orellana

En los años ochenta, entre Italia y Nueva York, lejos de agotarse, su onda esta aun llena.Conceptos nacientes empiezan a entrar en juego que tomarían, ya en los noventa, plena vida: los frutos del largo periplo arqueológico andino que le llevó a Perú, Bolivia y Argentina en el 1958; y una musicalidad intrazable pero siempre presente, como escribió el crítico italiano Tommaso Trini, y finalmente el grafito sobre óleo: eterna lección de la cerámica arqueológica, mas vital en su reflejo de la gestualidad plasmada y moderna que da cuenta de ese "élan" (en las palabras de James Johnson Sweeney) excepcional que caracteriza su obra.[3]​ En las últimas exposiciones (Milán, Taipéi, Cáceres) se descubre en el un artista en plena madurez creativa en su línea ya muy alejada de aquellos orígenes neofigurativos.En el 2005, su obra, titulada “La cama escarlata”, 1967, participa en la prestigiosa exposición “Il male”, celebrada en Turin, y que incluye obras de los más relevantes maestros del cuatrocientos hasta nuestros días.Círculo de Bellas Artes, Madrid; Museo Internacional de Arte Contemporáneo, Lanzarote; Casa Das Artes, Vigo; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid Italia-Pinacoteca Cassa di Risparmio, Savona; Museo d'Arte Moderno e Contemporáneo di Trento e Rovereto Estados Unidos- Metropolitan Museum of Art, NY; Mr.
Gastón Orellana.
"El tren en llamas", 1969, Hirshhorn Museum and Sculpture Garden .
"Tríptico en forma de T invertida", 1989, Taipei Fine Arts Museum , Taiwán.