Su pelaje es ralo, pero firme y de pelos más bien tersos.
Es una especie polígama propia de las zonas áridas andinas.
Cava galerías a poca profundidad, con cubículos que tapiza con gramíneas.
Antaño, la población aimara y quechua consumía este roedor, manteniéndolo en cautiverio.
Está calificada como especie con bajo riego de extinción.