Gabriel Pita da Veiga

[2]​ La guerra civil le sorprende como 2.º comandante del guardacostas Arcila, basado en Las Palmas de Gran Canaria.Durante su permanencia allí, junto con el teniente de Infantería de Marina Marcos Ruiloba Palazuelos, escribe el libro “Manual del Marinero”, destinado a la marinería recién incorporada, que será ampliamente reeditado y revisado para este fin en las décadas sucesivas.En 1969 es nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada, cargo con el que en 1970 asciende a vicealmirante.La ley derogaba nada menos que siete leyes y cuatro decretos, lo que da idea del alcance de la reforma, y estará en vigor hasta el año 1990.En la carta, sin mencionar al príncipe, se encarece su silencio en nombre de las Fuerzas Armadas.Un gobierno que todavía contaba con cuatro oficiales generales que habían participado en la Guerra Civil: un vicepresidente primero, el teniente general Fernando de Santiago, y los tres ministros del Ejército, Marina y Aire: el teniente general Álvarez-Arenas Pacheco, el almirante Pita da Veiga y el teniente general Franco Iribarnegaray respectivamente.Una gran parte de los procuradores militares votaron en contra o no asistieron a la sesión.[2]​ Dos días después, el 11 de abril Pita presentó su dimisión como ministro con carácter irrevocable.En su carta de dimisión hacía mención a que el martes día 5 se había reunido, con conocimiento previo del presidente, con los mandos y autoridades superiores de la Armada, recabando su criterio al respecto, que fue unánimemente contrario a hacerlo en aquellas circunstancias.En dicha reunión se aludió reiteradamente a la promesa que, en su día, había hecho el presidente a los mandos superiores de las FAS, de no legalizar al Partido Comunista.[10]​ Desde el momento en que dejó el ministerio siempre permaneció al margen de la vida pública y política, manteniendo una gran discreción, sin conceder entrevistas, ni enviar una rectificación o un desmentido.Mis conversaciones con Juan Carlos I», del que es autor José Luis de Vilallonga, en cuyas páginas se le hacía partícipe de una reunión, al parecer celebrada en Játiva en 1977, en la que se conspiraba contra el orden constitucional e incluso contra la propia institución monárquica.Más tarde, la familia la hizo llegar a la Casa del Rey.[11]​ Estuvo casado con Amalia Jáudenes García, natural de Puentedeume, con quien tuvo diez hijos.