Debido a su gran calibre, es uno los fusiles antimaterial más potentes empleados actualmente por país alguno, siendo comparable al Denel NTW-20 sudafricano y al Vidhwansak indio, con la única diferencia que el RT-20 no tiene retroceso.
Una característica singular de esta arma es su tubo reactivo antiretroceso, situado sobre el cañón.
Este sistema es rara vez empleado en armas ligeras, además de tener ciertas desventajas.
No puede ser disparado en espacios estrechos, como por ejemplo columnas y paredes detrás del arma.
Otra característica que distingue al RT-20 de otros fusiles pesados de francotirador es que tanto la mira telescópica como la manija del cerrojo están ubicados en el lado izquierdo del fusil.