Muchos países mantienen protocolos que indican el tipo de persona a la que se concede (políticos, militares, realeza), en otros la decisión depende del gobierno, por ejemplo, a personas basadas en mérito.
En Argentina un funeral de Estado consiste generalmente en decretar duelo nacional por tres días, con la bandera nacional a media asta en todos los edificios de administración pública.
Suele permitirse también que la bandera se coloque a media asta en algunas casas particulares, además de edificios públicos, como colegios o guarniciones de las Fuerzas Armadas.
En el caso de tratarse del deceso de una persona que hubiera ocupado un cargo electo en la administración pública, sin importar en cual de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo o Judicial) se hubiera desempeñado en su vida o al momento del deceso, se realizará un velorio público y de libre acceso en la sede correspondiente (Congreso Nacional en caso de Diputados y Senadores o la Casa Rosada en caso de Presidentes y expresidentes, por ejemplo), de forma que tanto el círculo íntimo, como también votantes y partidarios puedan darle el último adiós al fallecido.
En Chile, los Funerales de Estado, son funerales donde se reciben honores y homenajes especiales, con la presencia de representantes del Cuerpo Diplomático, autoridades nacionales civiles y eclesiásticas, además de representantes extranjeros.