Fulgencio de Ruspe

[1]​ Fabius Claudius Gordianus Fulgentius[2]​ nació en el seno de una familia noble de Cartago,[3]​ ciudad que había sido arrancada del Imperio romano unos treinta años antes por los vándalos.

¿Cómo podrás acostumbrarte a nuestras vigilias y penitencias?»; Fulgencio habría replicado modestamente: «Aquel que me ha llamado a servirle me dará también el valor y la fuerza necesarios».

[4]​ La furia de los arrianos le obligó a dejar el monasterio que había fundado y gobernado con ejemplar solicitud, y partió hacia Sicilia con intención de buscar la soledad en Egipto.

Exiliado con otros sesenta obispos por los invasores vándalos, Fulgencio se refugió en Cerdeña.

En sus últimos diez años de vida, Fulgencio continuó con su fructífera labor apostólica.