En 909, a la muerte del rey de Bretaña, Alano I el Grande, el vizcondado de Tours fue concedida a Teobaldo I de Blois, mientras a Fulco le correspondió el condado de Nantes, con el encargo de combatir tanto a los Vikingos como a los Bretones.
Nantes fue conquistada por los Vikingos, en 914, y Fulco renunció a sus derechos, en 919, aunque mantuvo el título de conde que se le reconoció oficialmente en 930, cuando su señor, el duque de los Francos y conde de París, Hugo el Grande, le atribuyó el título en uno de sus documentos.
Fulco se pasó la mayor parte de su vida combatiendo a los Vikingos y a los Bretones.
Le sucedió su hijo Fulco II.
Casado con Roscila de Loches, tuvo varios hijos: