[2][3] Compuestas por unidades altamente entrenadas y equipadas, las FOE están diseñadas para operar en todo tipo de entornos, desde zonas urbanas hasta territorios hostiles, tanto dentro como fuera de Ucrania.
Su formación es rigurosa y sus miembros son seleccionados a través de un proceso de reclutamiento extremadamente exigente, enfocado en la capacidad física, mental, y la adaptabilidad táctica.
En 2015, en el contexto de la guerra en el este de Ucrania y el conflicto en Crimea, el gobierno ucraniano decidió establecer formalmente una nueva estructura dedicada a operaciones especiales.
[4] Esta nueva estructura estaba destinada a ejecutar misiones que requerían alta precisión y discreción, tales como el reconocimiento avanzado, la lucha contra el terrorismo, el sabotaje y las operaciones encubiertas.
Desde su formación, las Fuerzas de Operaciones Especiales han jugado un papel crucial en el conflicto en el Donbás, que comenzó en 2014.