Fuerte de Coll de Ladrones

El más soleado se reservó para oficiales, oficinas y enfermería, sobresaliendo su escalera señorial.

Las defensas artilleras ocupan cuatro bocas orientadas al norte excavadas en roca, además del correspondiente polvorín.

La roca forma parte esencial del sistema defensivo, con igual o mayor importancia que los muros de fábrica.

Como complemento al fuerte, se construyó junto a la carretera valle abajo, la Torreta de los Fusileros.

Recientemente se ha reabierto al público con fines turísticos.