Ergotismo

La enfermedad empezaba con un frío intenso y repentino en todas las extremidades, para convertirse luego en una quemazón aguda.

Muchas víctimas lograban sobrevivir pero quedaban mutiladas: podían llegar a perder todas sus extremidades.

[cita requerida] El ergotismo se documenta por primera vez en una tabla de arcilla asiria datada del año 600 a. C., que se refiere a esta enfermedad como la «pústula nociva en la espiga del grano».

Estos frailes llevaban hábito oscuro con una gran T azul en el pecho.

El único remedio conocido en la Edad Media consistía en acudir en peregrinación a Santiago de Compostela.