Viajó a Londres en 1804, en 1810 obtuvo una patente para su modelo de imprenta a vapor y en abril de 1812 la puso en funcionamiento.
Invitó a su taller a clientes potenciales, entre los que se hallaba John Walter, del periódico The Times.
[1] En 1817 Koenig volvió a Alemania y escogió un monasterio abandonado en Würzburg para la construcción de su fábrica.
La empresa se llamó Koenig & Bauer.
La tabla muestra el máximo número de impresiones por hora que las imprentas de Koenig podían producir comparado con las anteriores prensas manuales: