Frieda Harris

Aleister Crowley había pedido al dramaturgo y autor Clifford Bax ayuda para encontrar un artista para un proyecto de Tarot."[4]​ El autor William Holt en su autobiografía describe cómo acompañó a Harris al alojamiento de Crowley en 93 Jermyn Street, Piccadilly.Mientras Harris dibujaba algunos bocetos al carboncillo, hubo una discusión sobre El Libro de Thoth que Crowley estaba escribiendo para acompañar la baraja.Según admite el propio Crowley, originalmente pretendía que el mazo de cartas fuese tradicional pero Harris le animó a incluir sus ideas ocultistas, mágicas, espirituales y científicas al proyecto.Harris le envió a Crowley un estipendio regular de dos libras por semana durante todo el proyecto.También utilizó sus contactos sociales para encontrar patrocinadores financieros para la exposición de las pinturas, los catálogos, y la publicación del Tarot.Con rapidez increíble tomó el ritmo, y con inagotable paciencia se sometió a la corrección del fanático esclavo que ella había invocado, a menudo pintando la misma carta hasta ocho veces hasta que según su criterio llegaba al acero de vanadio!"Durante el proyecto insistió en mantener su anonimato pero le complacía trabajar para un hombre tan famoso.Las cartas supervivientes entre Frieda Harris y Crowley muestran el nivel de devoción entre ellos.