En la Edad Media, Fresno quedó integrado en el Reino de León, cuyos monarcas acometieron la repoblación del oeste zamorano.[5] Posee una iglesia de estilo románico tardío dedicada a San Bartolomé, en cuyo honor se celebra una multitudinaria fiesta a finales de agosto, situada al sureste del pueblo, y que se encuentra acompañada de una plazoleta decorada recientemente con cuatro faroles negros y una fuente.La elevación montuosa que lo comprende emerge sobre las aguas del embalse con forma peninsular unida a la orilla norte por el antiguo camino.En la parte más afectada por el embalse se encuentran los últimos restos de muralla que a simple vista alcanzaría los 3 metros de altura, hoy prácticamente sepultados por la tierra.En la actualidad y aunque están cubiertos por la espesura, aun son visibles en las cercanías del camino.Esta localidad, como otras de la zona, es un lugar ideal para el esparcimiento.