Se constituye inmediatamente antes del estallido de una guerra o recién iniciada esta, e incluye formaciones de todas las armas y unidades operativas.
No existe una organización fija predeterminada, sino que, basándose en el análisis de los objetivos, del enemigo y del terreno, el alto mando articula cada frente para una operación estratégica específica dentro de un escenario concreto.
[2] Así, por ejemplo, al desencadernarse la operación Barbarroja en el verano de 1941 por parte de la Wehrmacht, el Ejército Rojo estableció cinco frentes, que luego se incrementarían a quince.
[1] Al estallar la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914, el alto mando del Ejército Imperial Ruso decidió la formación de dos grandes estructuras militares: el Frente del Noroeste, destinado a llevar a cabo operaciones contra el Imperio Alemán, y el Frente del Suroeste, destinado a la frontera austro-húngara.
[2] Durante la guerra polaco-soviética de 1919-1921, el mando del ejército polaco adoptó la denominación rusa de frente para designar las formaciones que reagrupaban varios ejércitos.