Frederick Lugard

Lugard nació en la ciudad india de Madrás (actualmente Chennai), pero creció en Worcester, Inglaterra.Lugard recibió su educación en el Rossall School y la Real Academia Militar de Sandhurst.No obstante, la relación duraría poco tiempo, por lo que decidió buscar mejor fortuna en África.A estos emplazamientos siguieron otros desde los que continuaron con el comercio de marfil.En 1883, la African Lakes Company creó una base en Karonga con el fin de intercambiar el marfil suajili por bienes comerciales, iniciativa igualmente aprovechada por Mlozi.[6]​ La compañía evacuó su almacén en Karonga a finales de 1887, pero, en mayo del año siguiente, el capitán Lugard, convencido por el cónsul británico en Mozambique, llegó para liderar una expedición contra Mlozi, financiada por la African Lakes Company, pero sin apoyo oficial del Gobierno británico.Tras este nuevo fracaso, Lugar abandonó la región del lago Malaui por Gran Bretaña en abril de 1889.Lugard prestó poca atención a estas protestas, pues tampoco creía que fuese necesario el consenso de los habitantes en este asunto.Esta iniciativa suscitó una alarma inicial cuando fue propuesta al Gobierno británico, si bien tras sendas modificaciones la secundó y, finalmente, promulgó.Flora escribía para el periódico The Times y habría inventado el topónimo «Nigeria».El modus operandi de Lugard guardaba estrecha relación con sus teorías, cuyo mejor ejemplo escrito quizás sea su obra El mandato dual en el África tropical británica (1922).[33]​ Dentro de sus múltiples variantes, la aplicada en colonias como Uganda, Zanzíbar, Nyasalandia o Nigeria consistía en que los agentes coloniales, con competencias militares si fuese necesario, decidieran los asuntos políticos tras una fachada de gobierno dinástico.La idea del «mandato dual» reunía estos argumentos sobre dicha —supuesta— misión histórica mundial de tutela, que se articulaba en tres ámbitos: en la política, dado que los africanos eran incapaces de gobernarse a sí mismos; en la economía, porque debían aprender la ética del trabajo y la racionalidad del mercado; y en la cultura, pues no podían liberarse mediante su propia reflexión de sus malos hábitos, «supersticiones» y vicios morales.[37]​ Por tanto, también era vital que Gran Bretaña controlase las áreas sin reclamar y sus recursos antes el Imperio alemán, Portugal o Francia.[41]​ La Royal Geographical Society le concedió su Medalla de Oro en 1902 por su persistente atención a la geografía africana.
«An earnest African» ('Un serio africano' o 'Un africano formal'). Caricatura de Lugard por Spy para la revista británica Vanity Fair , 19 de diciembre de 1895.
Retrato de lord y lady Lugard por el periodista Arnold Wright, 1908.