Frederic Durán-Jordà

Creó el primer servicio de transfusión del mundo en Barcelona en 1936.Él inicialmente había previsto una educación elemental, pero la capacidad del niño impresionó a sus profesores que convencieron al padre para que le permitiera, primero cursar el bachillerato y después ir a la universidad.Durante la carrera, su vocación por la química le condujo hacia los análisis clínicos y mientras era interno en la Cátedra de Patología Quirúrgica del Dr. Antoni Trias Pujol en el Hospital Clínico ya comenzó a trabajar en esa área.Al mismo tiempo se empieza a trabajar en un método para anticoagular la sangre y que permitiera su transfusión: un investigador belga Albert Hustin publica en abril de 1914 un método que utilizaba citrato sódico; el 15 de noviembre del mismo año el médico Luis Agote realiza en Buenos Aires la primera transfusión con sangre anticoagulada con citrato.Los primeros intentos de conservar sangre para transfusión se hicieron en Rusia.Pero cinco meses antes ya se había creado en Barcelona el primer servicio de transfusión diseñado para recolectar sangre, conservarla y transportarla para ser transfundida a distancia y esa fue la obra de Frederic Durán-Jordá.Las transfusiones directas en ocasiones obligaban a la exposición quirúrgica de la vena del brazo lo que dificultaba ulteriores donaciones/transfusiones.José Antonio Grífols Roig realizaba transfusiones indirectas con sangre citratada en la flébula transfusora que él mismo había diseñado.En la primera visita del potencial donante, se registraba un nombre, dirección e historial médico.Si todas las pruebas eran correctas se le citaba a la semana siguiente para la extracción.Las extracciones se hacían en ayunas, con un intervalo de entre tres semanas y un mes.Con el donante en decúbito en una camilla, la zona de venipuntura (generalmente la flexura del codo) se limpiaba con yodo y alcohol y se delimitaba con tallas estériles.Eran los llamados tubos Rapide, una patente que el Dr. Cullell había comprado a un ingeniero madrileño.El sistema Rapide permitía que, sin ningún aparato transfusor y solamente con la aguja y el filtro que llevan conectadas las botellas, se realizara la transfusión incluso en primera línea de fuego.Las aportaciones a la medicina del doctor Durán Jordá, pionero del servicio moderno de transfusión sanguínea, son admirables; más aún si se toma en consideración las circunstancias y limitaciones del momento •La mejor manera de tratar la sangre no era llevarla de hospital en hospital, sino crear una organización grande y estable que proporcionase tal servicio.Hoy en día no es así: hay que haber hecho la digestión.•La filtración de la sangre, siempre en sistemas cerrados al vacío para evitar la contaminación.•Perfeccionó el recipiente de cristal que se utilizaba para guardar la sangre.Utilizó vidrio transparente y neutro con dos compartimentos: uno, en la parte inferior, con capacidad de 400 cm² que contenía sangre y otro, en la parte superior, que llevaba aire ultra filtrado a dos atmósferas de presión.