[1] Es reconocido por su contribución a la profesionalización de la ciencia en Chile al promover la contratación de académicos con dedicación exclusiva a los laboratorios.
En 1936, logró convencer a las autoridades del Congreso para que asignaran fondos especiales para construir el Instituto de Fisiología de la Universidad de Chile inaugurado en 1937.
Esta contribución le permitió montar un laboratorio para dedicarse a la investigación experimental en fisiología cardiovascular y endocrina con la meta de alcanzar los mismos estándares que había conocido en Europa.
Conoció en la Universidad de Friburgo en Berlín a su cónyuge, la Dra.
Helena Jacoby, y con ella llegó a Santiago a fines de 1934; en 1941 tuvieron a sus hijos Francisco Hoffmann Jacoby y Adriana Hoffmann