Franz Bardon

[cita requerida] Durante la Segunda Guerra Mundial, fue internado en un campo de concentración por negarse a colaborar con el ocultismo nazi.

[cita requerida] Esta obra versa sobre la evocación de los espíritus y marca una diferencia con la «invocación».

Sin embargo, lo esencial y relevante del libro es la revelación de que Franz Bardon fue la última reencarnación del espíritu que encarnó Hermes Trismegisto, el esotérico creador del hermetismo y el fundador de la masonería, quien, contrariamente a lo que los masones piensan, pagó el karma que generó cuando vivió como Hermes Trismegisto, pues la idea masónica de cómo funcionan las leyes del Universo —la Ley de Dios o Justicia Divina— no es correcta.

En ese sentido, se debe tener presente que, para estar en armonía con el Universo, se deben seguir las normas que Dios impone: respetar sus leyes y, en caso de pecar, arrepentirse, pedirle perdón, y pagar la penitencia o karma que Dios impondrá en su momento, dándonos a elegir cuando nos ofrezca la encarnación de nuestro espíritu o sea, la vida.

Otra información falsa que ahí se publica es la relacionada con Adolf Hitler, de quien se indica que pertenecía a la Logia 99 y a la Orden Tule de magos negros tibetanos.