François Bozizé

Tiempo después, Bozizé y Patassé parten al exilio hacia Togo, en donde Patassé se radica en Francia, mientras que Bozizé se radica en Benín hasta 1989, en donde el gobierno de ese país lo extradita hacia la República Centroafricana, donde es inmediatamente encarcelado, y según ciertas fuentes, fue víctima de maltratos y torturas.

[1]​ Luego de constantes presiones por la comunidad internacional, Kolingba accedió en 1992 a que se diera libertad a los prisioneros políticos del país, entre ellos Bozizé, más la convocación de elecciones presidenciales para garantizar una transición democrática del país.

Aun así, Bozizé fue designado Jefe del Estado Mayor de las FACA por el nuevo gobierno.

Hasta 1997, ya se habían registrado cuatro revueltas dentro del ejército centroafricano, las cuales fueron repelidas por Bozizé, en las que se descubrieron que casi todos los rebeldes pertenecían a los yakoma, una minoría étnica localizada en el sur del país, y que uno de sus principales caudillos (conformado por ex-colaboradores del régimen de Bokassa y de Dacko) era el exdictador Kolingba, quien añoraba regresar al poder.

[1]​ Patassé acepta la segunda opción (que al final termina sin acuerdo alguno), por lo que las tropas de Bozizé se retiran, dejando al gobierno en extrema debilidad política y militar.

Aun así, Bozizé logra hacerse con el control del norte del país y sus principales ciudades, donde aplasta todo tipo de apoyo hacia el presidente Patassé, y llevando al país a una guerra civil.

[1]​ El mandato de Bozizé ha estado caracterizado por prácticas políticas autoritarias y por la incapacidad para frenar el clima de violencia que azota al país, especialmente fuerte en las regiones limítrofes con Chad y Sudán.