Franco Lázaro Gómez

Franco empezó a mezclar los colores naturales, para lograr así la combinación del claroscuro.

Las pinturas fueron hechas en el lugar más íntimo de su casa, su cuarto.

En el año 1975 hubo un sismo que dañó seriamente el trabajo del chiapaneco, quedando en manos del Centro Nacional de Conservación de obras Artísticas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) para su restauración.

Posteriormente, fue recuperado por Doña Victoria Gómez y Don Gilberto Utrilla, hermana y cuñado del artista, respectivamente, para ser donadas al pueblo de Chiapa de Corzo, bajo el cuidado del Consejo estatal para la Cultura y las Artes del estado de Chiapas (CONECULTA) en el año 2002,[4]​ con apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Actualmente, en el Museo dedicado también se exhibe un busto en bronce del artista.