Francisco de Jerónimo

Durante los cinco años siguientes, enseñó en el "Collegio dei Nobili", que los jesuitas tenían en Nápoles.

De1671 a 1674, ayudó en el trabajo misional al célebre predicador Agnello Bruno.

Se dice que convertía por lo menos a unos 400 pecadores al año.

El Santo visitaba las prisiones, los hospitales y no vacilaba en seguir a los pecadores hasta los antros del vicio, donde algunas veces fue brutalmente maltratado.

Famoso como predicador, pese a que su primera voluntad era ir de misionero al Japón, su superior lo destinó a la prédica por las calles de Nápoles y alrededores.