Francisco Vázquez Díaz

Hijo de un cantero, profesión que adoptó desde joven.

Trabajó en talleres compostelanos y en 1920 se marchó a Madrid para ampliar sus conocimientos artísticos.

Fue expulsado por la Guardia Civil, pero la acción iconoclasta consiguió su objetivo pues, al día siguiente el artista era conocido en toda España.

También hizo algunos monumentos en piedra destinados a honrar la memoria de personajes distinguidos: el poeta P. H. Hernández, el actor cómico Diplo y el soldado García Ledesma.

Consiguió fama a través de las representaciones de temática animalística (Cocodrilo, Foca, Camellos, Cebú, Monos...) y especialmente con la serie de pingüinos humanizados y satíricos (Pingüino académico, Pingüino mona, Pingüino abad...), hechos en madera y con los que hizo una crítica divertida a diversos personajes, entre ellos, algunos de la sociedad gallega.

"Compostela" esculpiendo el busto "A Pepe", retrato en Vida Gallega , 1933.