En su juventud, en 1612, se unió al Ejército Español, participando inicialmente en las galeras de Sicilia.
Al año siguiente se incorporó a la campaña de Flandes, donde permaneció diez años.
En esta campaña fue herido y secuestrado por el ejército inglés, logrando liberarse por sí mismo.
Así, Riaño envió tropas desde La Habana para buscar y encarcelar a los asesinos, pero no tuvo éxito en la detención.
Fue destituido del cargo gubernativo en 1639, siendo sustituido por Álvaro de Luna y Sarmiento.