Graduado como doctor en 1790, comenzó a trabajar con su padre en Puigcerdá, donde permaneció, tras el fallecimiento de este en 1796, hasta 1800.[3] Ya en 1791 la academia barcelonesa le premió un estudio epidemiológico realizado en la Cerdaña y en 1793 otro sobre el tétanos neonatal, principal causa de muerte entre los recién nacidos, que él explicó como consecuencia de un corte incorrecto del cordón umbilical.[4] A finales del siglo XVIII la viruela alcanzó en Europa elevadas cotas de mortalidad.Instalado en Barcelona, en 1803 publicó junto con su hermano José sus observaciones sobre la fiebre amarilla que afectó al puerto de la ciudad condal aquel año.Allí introdujo en España la práctica de la auscultación del tórax mediante el estetoscopio, procedimiento recién inventado en París por René Laënnec.