Francisco Fabra

Regresó a España en 1803, pero las autoridades no convalidaron sus estudios ni el doctorado obtenido, debiendo matricularse nuevamente en la universidad de Cervera donde finalizó su formación en 1808.Destacó en la elaboración de un Reglamento de medicina castrense, los perfiles alimenticios del ejército y sus sistemática insistencia para que en las unidades de combate hubiera siempre médicos titulados que dirigieran los servicios sanitarios.Finalizada la contienda se estableció en Madrid y desempeñó su trabajo como médico al tiempo que mantenía ocupado su tiempo con el estudio y el conocimiento de la profesión,[3]​ junto con los principales médicos de la capital española, ingresando en la Academia Médica Matritense en 1816.Sus numerosas publicaciones científicas en la academia se ampliaron con los encargos gubernamentales para emitir dictámenes sobre distintas materias, entre otras la primera ley de salud pública de 1822 en la que fue coordinador del proyecto en su proceso de elaboración.En 1830 fue clausurada la Academia Médica, incorporándose Fabra al Ateneo de Madrid, primero en su sección de ciencias y, más tarde, como Secretario.