Francisco Canals Vidal

Contrajo matrimonio con Isabel Surís Fábrega en 1950 y fue padre de once hijos.

Para Eudaldo Forment, en el pensamiento filosófico de Canals “se encuentran como tres líneas maestras articuladas, que lo sostienen y lo unifican”.

Canals tenía la convicción de que Cristo había venido para reinar en el mundo, de que el Reinado de Cristo es el camino único para la justicia y la paz entre los hombres, y que esto había sido prometido por Dios a la humanidad.

De ahí una esperanza firme en una futura “instauración de todas las cosas en Cristo”, la que Pío XI llamaba “consoladora y cierta profecía del divino Corazón.” Para Canals estaba claro que lo prometido por Cristo es una consumación intrahistórica de la plenitud del Reino.

En este estudio se apoya Canals sobre una larga tradición de autores sobre san José, negando la realidad de un “silencio” histórico acerca del mismo.

Canals se interesa a fondo por la relación esponsalicia entre José y María y, recogiendo una expresión de Isidoro de Isolano, dominico del siglo XV-XVI, insiste en la “semejanza entre los esposos” y en lo que de ello se deduce.

José pertenece también al orden hipostático, y no sólo María, de acuerdo con Francisco Suárez, autor decisivo para la josefología posterior.

[4]​ José, que no tenía ministerio sacerdotal, ni misión profética, ni apostólica, es sin embargo modelo perfecto de santidad en la vida ordinaria.

F. Canals con S. Juan Pablo II, 1989