Francisco Aquino
Perteneció a una generación de escritores y poetas almerienses de gran éxito a nivel nacional, a la que pertenecieron también Francisco Villaespesa, Antonio Ledesma o José Durbán Orozco, de los que fue amigo.En 1893 participa en la lectura de poemas celebrada en homenaje a José Zorrilla y Moral, fallecido en febrero de ese año.En 1896 participa en la tertulia de La Trastienda que reúne a los principales literatos almerienses.En 1899 participa en la velada que celebra la inauguración del ferrocarril Linares-Almería que por fin conecta la capital almeriense con Madrid, de la que se hace eco en la capital Francisco Fernández Villegas, Zeda, en las publicaciones Vida Nueva y La Época.[1] En 1912 aparecerá Al vuelo, libro póstumo prologado por David Estevan.