Francisco Antonio de Rivas y Contreras

Estaba casado con María de Gastelú y Arce, con la que tuvo un hijo, el presbítero Diego de Rivas y Gastelú, nacido en León (Nicaragua) en 1645.

La investigación contra el gobernador Sáenz no debió producir resultado alguno, ya que para el 13 de octubre de 1679 ya había reasumido sus funciones.

En un poder otorgado en Cartago en esa fecha, Rivas y Contreras se dice "gobernador y capitán general que fue de esta provincia".

En 1687 le tocó enfrentar una invasión de piratas franceses.

Carente de fuerzas para hacerles frente, Rivas y Contreras marchó a Costa Rica a pedir socorro, pero durante su ausencia los piratas saquearon repetidamente el pueblo de Nicoya , cabecera de la alcaldía mayor, y finalmente lo incendiaron y dejaron a sus habitantes en la mayor miseria.