Desde entonces se dedicó completamente a las artes que hasta ese momento había cultivado como aficionado, la pintura y la esgrima, disciplina esta última que dominó hasta el punto de tener una academia en su casa.
Unos años más tarde escribió el Diestro italiano y español, impreso en 1697.
Sus textos prestan gran importancia a la exposición de los principios geométricos y matemáticos indispensables para aquel que quiera manejar la espada con verdadera destreza, y describen detenidamente, como también hará después Lorenz de Rada, los ángulos de posición de los tiradores inscritos en un círculo y las acciones que se tienen que desarrollar.
Se trata de textos que presentan la doctrina de manera clara, sencilla y comprensiva, y que tuvieron una gran influencia en el desarrollo de la esgrima española.
[1] Murió en Madrid, hacia 1701 y está enterrado en su propia capilla, Capilla de la Concepción en la iglesia de San Ginés.