Estudió filosofía en Universidad civil de Játiva.
En 1759 ya era sacerdote, realizó oposiciones para canónigo doctoral.
En 1814 el rey Fernando VII de España tomó Valencia, siendo recibido por el obispo.
El mismo rey solicitó al Papa Pío VII que lo creara cardenal.
[3] Su humildad se vio reflejada al morir, ya que pidió en su testamento ser enterrado en el convento de capuchinas de Madrid, sin más túmulo que una manta en el suelo y un modesto epitafio.