Francis Bellamy
Formaba parte del programa oficial para el 12 de octubre un saludo a la bandera que debía hacerse en todas las escuelas de los Estados Unidos.El juramento que redactó originalmente decía: La recitación era acompañada de un saludo a la bandera, conocido como el saludo Bellamy, descrito en detalle por Bellamy.Durante la Segunda Guerra Mundial, el saludo fue reemplazado por un gesto que consistía en poner la mano sobre el corazón, porque el saludo original de Bellamy implicaba extender el brazo en dirección a la bandera de una forma que recordaba el saludo Nazi.En 1954, en respuesta a la percepción de amenaza del comunismo, el presidente Eisenhower alentó al Congreso para que se añadiesen las palabras "al amparo de Dios", creando así el juramento de 31 palabras que es recitado hoy en día.[3] Bellamy relató cómo creó el juramento, y las razones que le llevaron a escoger cuidadosamente las palabras que lo componen: Bellamy "consideraba el juramento como una 'inoculación' que protegería a aquellos americanos, inmigrantes y no inmigrantes que no fuesen lo suficientemente patrióticos, del 'virus' del radicalismo y la subversión."