Francesco Bonsignori fue un pintor renacentista italiano, nacido en Verona en 1455 y muerto en 1519 en Caldiero, perteneciente a la escuela veronesa.
Fue discípulo de Francesco Benaglio (1432–1492), y muestra un estilo principalmente influenciado por el arte veneciano y de sus artistas: Antonello da Messina (1430–1479), Giovanni Bellini (entre 1425/33–1516), Cima da Conegliano (1459–1517) y Alvise Vivarini (1446–1502).
Entre 1487 y 1505, estuvo en Mantua, donde se convirtió en pintor de la corte del gran Marqués Francesco Gonzaga (1438–1466) junto con Andrea Mantegna (sobre 1431–1506) y su hermano, y fue apreciado por el duque e Isabella d'Este (1466–1539).
Sin apartarse de la tradición veronesa, la proximidad a Mantegna vuelve su arte más monumental (retablo de la Beata Osanna, Museo del Palacio Ducal de Mantua; Virgen con el Niño y Santos, Galería Nacional, Londres), suavizado, sin embargo, a principios siglo XVI, con una mayor sensibilidad visible debido al paso por Mantua de Leonardo da Vinci (1452–1419), que se aprecia en las dos versiones de San Sebastián.
Su última producción fue la Visión de Cristo ante la religiosa Ozanna, con fecha de 1519, y ahora en la Academia Nacional Virgiliana en Mantua.