Entró en el grupo familiar en 1951 bajo una identidad falsa y trabajó de obrero.
Seguidamente pasó a los servicios comerciales y de investigación científica.
Bajo su dirección se desarrolló el neumático radial que consiguió que el Grupo Michelin pasara a ser el primer fabricante mundial de neumáticos.
Cristiano convencido, su paternalismo y su falta de comunicación fueron muy controvertidas.
En 1999 transmitió las riendas de su empresa a su hijo Édouard Michelin.