François Hanriot

Cumplió un rol vital en la insurrección, y posterior caída del movimiento girondino.

Sus padres fueron sirvientes de la burguesía parisina,[1]​ lo que probablemente influyó en su apoyo, más tarde, a la Revolución Francesa.

Sin ser un hombre de una profesión específica, Hanriot se desempeñó en múltiples trabajos.

Después de no haber tenido éxito en éstos, Hanriot continuó desempleado y, por lo tanto, muy pobre.

[2]​ Se convertiría, eventualmente, en orador para una sección local de los sans culottes.