Conocido también como el Caso Dora, hace referencia a una paciente tratada por Freud en 1900 (aunque acudiría por primera vez a su consulta en 1898), una muchacha de dieciocho años Dora, cuyo nombre real era Ida Bauer, y cuyo tratamiento terminaría inesperadamente el 31 de diciembre.
En palabras del propio Freud: Ayer terminé Sueños e histeria.
De modo que en realidad es una continuación del libro sobre los sueños.
[La interpretación de los sueños (1900a) había sido publicado un año antes.]
Contiene además soluciones de síntomas histéricos y consideraciones acerca del fundamento sexual-orgánico de esta enfermedad en su conjunto (...).