Son más frecuentes en varones entre los 35 y 45 años de edad.
[1] Suelen producirse por traumatismos importantes, frecuentemente por caídas desde alturas superiores a los 2 metros, accidentes de moto, o caídas durante actividades deportivas, por ejemplo esquiando.
No es raro que se asocien a otras lesiones como fractura de pelvis o columna vertebral.
La métodos más conservadores con reducción cerrada e inmovilización con yeso no se emplean generalmente en este tipo de fracturas y se reservan únicamente para fracturas no desplazadas.
[1][4] Se existe herida externa el riesgo de infecciones secundarias es alto.