Juntos, el acetábulo y la cabeza del fémur forman la articulación de la cadera.
En personas mayores o con osteoporosis, una caída trivial puede provocar fractura acetabular.
La presentación clínica más frecuente es un paciente que ha sufrido un politraumatismo grave y presenta imposibilidad para mover una extremidad inferior, con dolor intenso en la región de la cadera, deformidad y acortamiento del miembro afectado.
Generalmente se recomienda la cirugía para lograr una fijación estable y una recuperación precoz, sobre todo en las fracturas con desplazamiento.
En casos más leves sin desplazamiento de fragmentos óseos, o cuando existen contraindicaciones para la cirugía, se recomienda el tratamiento ortopédico con inmovilización y tracción transesquelética.