La trascendencia de la obra reside en el libro quinto, titulado "Sobre los brujos y sus decepciones" en el cual por primera vez[2] se realiza una exposición dedicada exclusivamente a tratar los fenómenos paranormales, la posesión diabólica y la brujería y sus supuestos poderes.
Por ello es habitual hasta la actualidad que se afirme que en el Formicarius la bruja sea descrita como inculta y, más comúnmente, mujer; lo cual es totalmente erróneo, pues de hecho Nider menciona casi tantos brujos como brujas, siendo varones los casos más notables: el hechicero Scavius quien supuestamente escapó de sus enemigos en múltiples ocasiones al metamorfosearse en un ratón,[4] y sus discípulos Hoppo y Stedelin.
[5] Esa tesis en realidad pertenece a Kramer y es una pieza clave de su obra, que en numerosos pasajes demuestra su odio irracional hacia las mujeres.
[6] El texto del Formicarius ha llegado a nosotros a través de varios manuscritos de mitad del siglo XV, siendo los principales el cod.
La primera edición impresa vio la luz en 1473, en Colonia, en la imprenta de Ulrich Zel.