La lluvia, la nieve, el viento, las heladas y el calor erosionaron gradualmente las montañas.
Los otros seis se alinean al borde del acantilado.
Según la leyenda, uno de ellos habría hechizado a seis gigantes malvados que intentaron cruzar la montaña, convirtiéndolos en piedra.
[4] Debido a la creciente popularidad, la meseta Manpupuner es visitada por más turistas cada año.
Desafortunadamente, la popularidad no jugó un buen papel para la ecología de la región.