Se produjo durante en el año 1932 , siendo remplazado por el Ford 40 en los años 1933 y 1934.
Fue el primer coche que con un bajo precio, comercializado masivamente, permitió a millones de usuarios disponer de un motor V8, por lo que fue un hito importante en la historia automotriz norteamericana.
El motor V-8 desarrollaba 65 CV de potencia cuando salió al mercado, luego fue mejorado en el carburador y el encendido en versiones posteriores.
Esta elección del motor fue más popular entre la clientela que el de cuatro cilindros.
En la actualidad del siglo XXI, el modelo B (1932) es un coche de colección, hay personas que pagan miles de dólares para restaurarlos al estilo original.