El yacimiento fue descubierto casualmente en 1997 por un vecino, Xavier Esteve, arqueólogo profesional, durante unos trabajos de explanación agrícola realizados en la zona.
Parece lógico así que primero se introdujo el consumo del vino en el actual Panadés para después, paulatinamente, adoptar el cultivo de la viña.
El vino se convierte en parte importante de las celebraciones, otorgando poder y alto nivel social.
La presencia en el yacimiento de trípodes-morteros fenicios nos informan sobre la preparación del vino para su consumo, aportándole especias y aromatizantes para potenciar su sabor o también para disimular su deterioro al transportarse a largas distancias.
Así, en la costa central y en el Panadés la viña aparece ya en todos los yacimientos estudiados, documentándose subproductos procedentes de su prensado.
Los restos, pertenecientes al siglo VII a. C. se encontraban en el interior de un silo que ya por entonces fue reutilizado.
En las actuaciones del año 2013 fue descubierto un segundo hábitat, más antiguo que el primero, perteneciente al siglo VII a V a. C. así como la localización de nuevos silos.