Florence Kelley

[1]​ Florence Kelley nació en una familia que tradicionalmente se había preocupado por cuestiones políticas y sociales.[3]​ Caroline Bartram Bonsall, la madre de Kelley, no era una figura tan prominente.[4]​ En Zúrich, conoció a varios socialistas europeos, entre ellos un físico polaco-ruso Lazare Wischnewetzky, con quien se casó en 1884 y tuvo tres hijos a pesar de haberse divorciado pronto (1891).[4]​ Florence arrastró consigo durante muchos años el apellido ruso-polaco, aunque ella prefería que le llamaran "Sra.[3]​ Florence Kelley fue educada en casa durante gran parte de su infancia.De vez en cuando asistía a una escuela cuáquera, pero luego terminaba en la cama con reumatismo en invierno.Había ya 70 mujeres residentes en el Sage College cuando Florence Kelley se registró.[5]​ En Cornell Florence Kelley tenía un horario de veinticinco horas de clase a la semana, incluyendo: francés, alemán, latín, álgebra, literatura, ciencias naturales y astronomía, y más tarde se unió a grupos que leían Swinburne y otros.La gente acudía a Zúrich desde toda Europa del Este, la Rusia zarista, y desde lo que se convertiría en Alemania, donde los socialistas habían sido expulsados por un decreto de Bismarck.En 1896 escribe bajo el seudónimo de «The Working Boy» un artículo que analizaba la necesidad de adaptación del sistema educativo a las nuevas formas del sistema industrial.Kelley viajó por todo el país dando conferencias y concienciando sobre las condiciones laborales en los Estados Unidos.Los empresarios que cumplieron con el estándar de la LNC al utilizar la ley laboral y mantener los estándares de seguridad tenían el derecho a mostrar la etiqueta blanca.[8]​ Florence Kelley luchó hasta el final por el derecho al sufragio de las mujeres, militó en movimientos pacifistas durante la Primera Guerra Mundial, y sobre todo luchó por los derechos de los trabajadores.