Esta decisión se produjo en un momento en que el zoo recibía una atención negativa por parte de los medios de comunicación, después que supuestamente, otra osa polar se comiese sus cachorros recién nacidos.De manera similar a la excitación suscitada por Knut, un oso polar nacido en cautividad y criado por los trabajadores del Jardín Zoológico de Berlín, Flocke pasó rápidamente a ser una sensación mediática.[3] Días después que el zoo reafirmase su política de interferencia, el diario Bild publicó un artículo con el titular: «¿Por qué nadie salva los hermosos bebés Knuts del zoo de Núrember?».Utilizar el argumento «la naturaleza es así» como excusa por haber intervenido demasiado tarde es cínico e inadecuado».Por medio de esta página web, el zoo también celebró un concurso en el que los fanes podían votar el nombre del cachorro.A pesar del enorme número de sugerencias enviadas por correo electrónico desde todo el mundo (incluyendo stella, Knutschi, Sissi y Yuki Chan),[7] el zoo la bautiza oficialmente como Flocke, que en alemán significa «copo de nieve».Flocke, utilizado ampliamente por los medios, era el sobrenombre que le habían dado desde el principio los empleados del zoo a causa de su pelaje blanco.Cuatro empleados del zoo se alternaban para alimentar al cachorro con 140 milímetros de leche artificial cada cuatro horas,[9] y la noticia que había abierto los ojos por primera vez ocupó las portadas unos días antes de que fuera bautizada oficialmente.[12] Durante la primera semana, Flocke fue exhibida a intervalos cortos con pausas al mediodía.[16] Afirmó que la exposición de Flocke al público tendría efectos perjudiciales y que al zoo sólo le interesaba ganar dinero, Ortmüller contrató el eminente abogado Ralf Bossi para llevarlos a los tribunales.Su imagen ha sido utilizada en juegos, diarios, peluches, DVD, postales y otros artículos.Estos chupetes hicieron que la nariz del cachorro pareciese torcido; su hocico conservaba esta forma durante un tiempo antes de volver a su estado normal.El veterinario del zoo Bernard Neurohr también destacó el carácter goloso de la osa, diciendo que «a Flocke le entusiasma la uva, el melón, el kiwi y las peras», con una afición especial por los plátanos.Espero sinceramente que durante su vida seamos capaces de implantar una economía verde global».
Periodistas y visitantes miran como Flocke juega en su recinto.