En ese lugar vivió el santo patrón de Suiza Nicolás de Flüe, conocido como Hermano Klaus, y es por lo tanto un lugar del peregrinaje.
Durante casi cinco siglos, estos lugares han sido muy apreciados por peregrinos y fieles en busca de recursos espirituales o tranquilidad.
En el fondo de la aldea se alzan las montañas llamativas de Melchtal: el Widderfeldstock, el Nünalphorn y a 2676 m sobre el nivel el gran monte Huetstock.
La localización en una meseta, protegida por una cresta rocosa al valle, da a la aldea un carácter especial.
Esta roca vertical (en alemánico: Flue o Flüe) junto con el Ranft (un barranco en las afueras) dio nombre al lugar.