Cubre el estudio de los agentes infecciosos que atacan plantas y desórdenes abióticos o enfermedades fisiológicas, pero no incluye el estudio de daños causados por herbívoros como insectos o mamíferos.
Estos registros contienen información sobre diferentes tipos de lesiones óseas, tracoma (valle del Nilo), bultos ulcerantes (¿cáncer?
Para controlar la enfermedad o plaga, dependían meramente de las cosas y sucesos que provocaban las personas; únicamente no ocurriría nada o habría una solución haciendo cosas que agradaran a dios.
A medida que avanza la historia tenemos los siguientes sucesos de interés en cuanto al avance sobre la fitopatología: -Teofrasto (IV-III a.c.
-En el siglo XX se descubrieron que los protozoos y los micoplasmas también podían causar enfermedades.
Tras la inoculación e incubación del patógeno, el hospedador puede sufrir diversos tipos de daños y aparece la enfermedad.
En este caso se dice que el patógeno está dotado de agresividad o virulencia.
Una planta es tolerante cuando el patógeno puede penetrar pero no aparece infección ni síntomas.
Una enfermedad fúngica puede ser descrita como policíclica si el agente causal es capaz de producir esporas y reinfectar plantas durante una temporada de crecimiento, o monocíclica si el agente causal debe esperar una nueva temporada.
Esta clasificación aplica a regiones con cuatro estaciones donde los patógenos deben producir estructuras específicas para sobrevivir al invierno.
Las principales enfermedades causadas por hongos son mildius, oidios, royas, carbones, agallas y deformaciones, necrosis, chancros, marchiteces foliares, vasculares, etc., podredumbres radiculares, de flores, de frutos, etc. y micosis post-recolección, etc.
Las bacterias típicamente colonizan espacios intercelulares en distintos órganos o el xilema rodeadas de polisacáridos superficiales, fundamentalmente exopolisacárido (EPS) que aumentan su virulencia.
Algunas, como Agrobacterium tumefaciens transfieren parte de su ADN en un plásmido, el ADN-T, a la célula huésped.
Algunas formas son ectoparásitos, y se alimentan desde la superficie celular, otros son endoparásitos, e invaden el tejido radicular, donde transcurre gran parte de su ciclo vital, formando quistes.