La jugaron Australia y Nueva Zelanda, siendo el partido más importante del clásico en la historia.
Finalizado el partido, el Príncipe Harry realizó la gloriosa entrega de la Copa Webb Ellis al capitán ganador: Richie McCaw.
[7] También llegó invicto, como ganador del Grupo A y empezó su campaña con un triunfo 28–13 ante Fiyi en Cardiff.
El entrenador Michael Cheika alineó frente a Fiyi y Uruguay dos equipos diferentes,[8] aplastaron a los Teros 65–3 (marcaron 11 tries, incluyendo dobletes de Sean McMahon, Ben McCalman y Drew Mitchell), derrotaron a la Rosa en Twickenham: con Bernard Foley anotando dos tries y eliminando al anfitrión, hasta la actualidad el único en despedirse en la fase de grupos, y vencieron 15–6 a los Dragones rojos en el último juego, luego de defender exitosamente por casi 10 minutos con dos jugadores menos y esto fue referido en los medios de prensa como la "definición" de la campaña australiana.
[9] La decisión del árbitro Craig Joubert de otorgar el penal fue más tarde reconocida como incorrecta por World Rugby, quién emitió una declaración pidiendo disculpas y diciendo que Joubert tendría que haber dado un scrum en cambio.